Fallece el príncipe Felipe, esposo de la reina Isabel II.

Fue el cónyuge que sirvió por más años en la historia británica y faltaban solo unos meses de cumplir 100 años en junio, señala The Guardian. “Felipe había regresado al Castillo de Windsor el 16 de marzo para reunirse con la reina después de pasar un mes en el hospital, su estadía más larga. Inicialmente recibió atención por una infección, pero luego se sometió a una cirugía cardíaca por una afección preexistente”, reseña el medio. Añadió: “La salud del príncipe Felipe se había ido deteriorando lentamente durante algún tiempo. Anunció que dejaría sus compromisos reales en mayo de 2017, bromeando diciendo que ya no podía ponerse de pie. Hizo una última aparición pública oficial ese mismo año durante un desfile de los Royal Marines en la explanada del Palacio de Buckingham. Desde el viernes a medio día las banderas británicas ondeaban hasta la mitad tras el anuncio del fallecimiento del duque de Edimburgo. Desde su retorno al palacio, hacía años que no compartían mucho tiempo juntos, puesto que él mantenía gran parte del año en la residencia real de Sandringham y la reina en el palacio de Buckingham o de Windsor. Al ser inducido a hospitalización el 16 de febrero, como “medida de precaución” tras haberse sentido mal, y ante las especulaciones y preocupación por su edad avanzada, la casa real desmintió especulaciones acerca de que su ingreso no tenía ninguna relación con el Covid-19, sino que se debía a una infección. Bajo un fuerte interés mediático, había sido trasladado a principios de marzo del pequeño y elegante King Edward VII, al gran hospital público St Bartholomew. Allí, donde se encuentra según su página web la mayor entidad especializada en enfermedades cardiovasculares de Europa, fue sometido “con éxito” a una operación quirúrgica “para tratar una enfermedad cardíaca preexistente”. Su muerte figura un nuevo golpe para la familia real británica en un momento convulso para la monarquía, sacudido por una de sus mayores crisis institucionales a raíz de una explosiva entrevista otorgada por el príncipe Enrique y su esposa Meghan en marzo a la la estrella de la televisión estadounidense Oprah Winfrey. En esta, Enrique, de 36 años, y Meghan, de 38, explicaron los motivos de su polémica retirada de la realeza británica y su destierro en California. Y aseguraron que un miembro de la familia real había mostrado “preocupación” por el color de piel que podrían tener sus hijos, ya que la madre la madre de ella es negra. Poco después Enrique afirmó que este comentario no había sido proveniente ni de su abuela, la reina, ni su abuelo, Felipe, conocido por sus bromas de mal gusto, así como por su fuerte temperamento y su franqueza. - Perú 21.

Tele Heroica, te informa bien.